Por Xavier Santiago Jiménez López
Para analizar este tema es muy importante considerar que la pandemia del covid-19 desencadenó un cambio tecnológico acelerado, así como una cultura de aprendizaje.
Sin duda, la evolución de los medios, la adaptación de procesos, la supervivencia del ecosistema de los negocios, la comunicación y la economía marcaron un campo de evolución que, cada día, se dejaba notar y que luego se volvió algo cotidiano.
Durante el nacimiento de la era industrial se empezó a masificar la comunicación, así como varios procedimientos que en la actualidad serían bastante obsoletos. Con el tiempo surgió la compatibilidad de la ofimática e informática con los ordenadores más portátiles de la época y, con ello, el acceso a un sistema de información y comunicación muy potente. Quizá no sabíamos que toda esta revolución implicaría un nuevo paradigma cultural, del cual se desprenderían —eventualmente— varios momentos de eclosión en medios, así como estrategias y sistemas de comunicación en todos los ámbitos.
Estos nuevos medios de comunicación se han utilizado para varios fines, desde el ocio hasta las estrategias militares, sin dejar de lado el ámbito empresarial.
Hoy en día, las empresas o emprendimientos apuestan por darse a conocer en esta esfera digital, pues es de conocimiento general que si no estás en Internet, no existes. Esta es una realidad, tanto para los negocios como para sus clientes. La búsqueda en línea se ha convertido en un proceso cotidiano para las generaciones actuales y, seguramente, lo seguirá siendo para las futuras. Cuando una persona requiere algún producto o servicio, lo busca en Internet con su teléfono inteligente. Hace poco, se llegaba a estos productos o servicios por recomendaciones de amigos. En ese sentido, la web se ha convertido en ese amigo que recomienda.
Frente a esta nueva lógica del mercado, varias empresas han decidido fortalecer el contacto web con sus clientes, pues lo necesitan para asegurar su longevidad, para existir dentro de la esfera colectiva y, así, ser notables y notorios. De ese modo, varias de las estrategias de comunicación comercial de las empresas reconocen que es crucial apalancar sus negocios en la web, pues esta les permite estar más cerca de sus clientes, de una forma más rápida y, evidentemente, 24/7.
El weblog es una herramienta de comunicación digital bastante potente y fácil de gestionar. Los pequeños y grandes negocios decidieron implementarla dentro de sus prácticas cotidianas, pues saben los beneficios que ofrece —tanto a sus clientes como a ellos mismos— en cuanto a planes y actividades de marketing, publicidad y comunicación.
Los weblogs ayudan a las empresas a crecer, pues les permiten crear contenidos relevantes y afines a los dispositivos que sus clientes tienen a mano. Estos contenidos deben ser valiosos para los lectores y las audiencias. Se recomienda que sean sobre temáticas relacionadas con la industria a la que pertenecen las empresas y que destaquen los atributos de estas últimas, por ejemplo, sus prácticas en responsabilidad social empresarial (RSE).
Los contenidos también deben dar a conocer características importantes de los productos que ofrecen las empresas (esto se puede hacer mediante consejos para aprovecharlos al máximo). Es recomendable que resuelvan los principales problemas que puedan tener los clientes y que incluyan información relacionada con el funcionamiento interno del negocio. Se ha demostrado que las empresas que comparten este tipo de contenidos dan a sus clientes la percepción de cercanía y humanidad.
Por otro lado, los weblogs permiten posicionarse y tener alcance dentro de los motores de búsqueda. Uno de los algoritmos con el que buscadores y metabuscadores operan se centra, justamente, en los contenidos más recientes. Los blogs se actualizan de manera periódica, lo que permite que las empresas tengan una mejor visibilidad en las búsquedas realizadas por los usuarios.
Es conocido que los weblogs ayudan a que un negocio construya credibilidad, así como una buena imagen. Cuando sus gestores tienen el hábito de compartir contenido útil y testimonios de usuarios, crean —de manera estratégica— confianza para los clientes establecidos y potenciales, lo cual es un cañón para el aumento de ventas.
Otra característica poderosa de los weblogs es que permiten que las empresas interactúen y se relacionen, de forma directa, con sus clientes. Este contacto puede darse a través de mensajes, de comentarios, de likes, y puede consistir en generar o responder preguntas, en conversar o en cualquier otro tipo de interacción. Se ha identificado que las audiencias tienen una mejor percepción de las empresas y negocios que responden los comentarios.
Además, los weblogs permiten una alta captación de leads o clientes potenciales. Sin embargo, para que esto suceda es importante ofrecer contenido de palanca —que enganche al usuario—, como artículos descargables, textos, guías e infografías. En este intercambio es clave el ganar-ganar. En ese sentido, se puede solicitar al usuario su correo electrónico y el uso de información mediante landing para luego completar el embudo.
Finalmente, cuando se comparte en redes sociales el contenido que se genera en el weblog, el tráfico en el sitio puede aumentar. Montar contenido en el sitio permite esta interacción y este alcance cuando se utiliza como parte de un puente para el aterrizaje de contenidos.
En síntesis, los weblogs emergen como una herramienta fundamental para potenciar los negocios o los emprendimientos. Facilitan la conexión entre los clientes y las empresas y resaltan los atributos diferenciadores de la organización —así como su enfoque estratégico—, favoreciendo la percepción de su imagen corporativa.
En un entorno competitivo, la presencia en línea es una gran necesidad —tanto de los usuarios como de las organizaciones—, mientras que la no presencia en línea puede ser un riesgo para la empresa.