“Prometedor para amputados o personas que han perdido la función de una o varias extremidades”
Universidad de Cambridge
El avance tecnológico está conectado con los avances en la ciencia y la medicina, un buen ejemplo de esto es el desarrollo de la penicilina por parte de Alexander Fleming.
Actualmente, los científicos están inclinados a mejorar varias problemáticas, desde la cirugía robótica, planificada para usarse en situaciones en que el doctor no puede estar presente, evitar complicaciones mayores o disminuir el tiempo de recuperación de los pacientes; hasta la impresión 3D, en la que varios científicos vieron esta tecnología como una posibilidad de crear soluciones a varias enfermedades como la osteoporosis, en la que se reemplazaría parte del hueso dañado por una impresión en 3D que se une al hueso sano y esta pueda crecer con normalidad. De igual forma, este mes un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge en Reino Unido hicieron público un estudio en el que hablan de un implante neuronal combinado con células madre que mejora la conexión entre el cerebro con extremidades paralizadas.
El uso de implantes neuronales para restaurar la conexión perdida entre el cerebro y el nervio encargado de una extremidad no es algo nuevo, sin embargo, el problema de esto es que el cuerpo, al identificarlo como un agente extraño, lo que hace es recubrirlo en tejido cicatricial haciendo imposible la conexión entre el dispositivo y el nervio, por lo que, este equipo de científicos optaron por usar células musculares, creadas a partir de células madre, que recubren este dispositivo para indicarle a las defensas que no es un intruso sino un mismo grupo de células y así evitar que el cuerpo lo encapsule.
En las primeras pruebas realizadas, estas células lograron permanecer unidas al implante durante 28 días y según la Universidad de Cambridge “esta es la primera vez que se ha observado este fenómeno durante un periodo de tiempo tan largo”
En el estudio, el implante biohíbrido fue colocado en la zona del antebrazo paralizado de varias ratas (protegidas por la Ley de Bienestar Animal y dentro de la lista de animales prohibidos como mascotas) y al poco tiempo se integraron a sus nervios. Aunque esto no permitió el movimiento en sus extremidades, comprobaron que el implante estaba recibiendo señales del cerebro que son responsables del movimiento.
Ante esto, Amy Rochford, coautora en el estudio asegura que “Esta interfaz podría revolucionar la manera en que interactuamos con la tecnología. Combinando células humanas con materiales bioelectrónicas, hemos creado un sistema que puede comunicarse con el cerebro de una manera más natural e intuitiva, abriendo nuevas posibilidades para prótesis, interfaces máquina-cerebro e, incluso, para mejorar las habilidades cognitivas.”
Los implantes representan una esperanza para las personas con extremidades paralizadas, dándoles la oportunidad de mejorar su calidad de vida. Si bien aún se encuentran en etapa experimental, los resultados preliminares han sido alentadores y muestran gran potencial para el futuro de la medicina y la rehabilitación.
Sin embargo, aún queda mucho por investigar y perfeccionar antes de que estos dispositivos puedan ser lanzados al mercado, pero los avances recientes indican que estamos en el camino correcto hacia una solución para aquellos que han perdido su capacidad de moverse debido a la parálisis.
Además de su potencial para reestablecer la función en personas que han perdido el uso de una o varias extremidades, los investigadores afirman que este dispositivo también podría utilizarse para controlar prótesis mediante interacción con axones específicos.